El día 17 de junio de 2014, nosotros, responsables internacionales de los Movimientos Internacionales de inspiración católica: MIDADE, CIJOC, MIJARC, JOCI, MMTC, Pax Romana y MIAMSI nos hemos reunido en París con la intención de reencontrarnos y fortalecer unos vínculos que se habían ido debilitando a lo largo del tiempo.
Esta oportunidad nos ha permitido conocernos y compartir la vida de los movimientos internacionales en la actualidad, así como proyectarnos hacia el futuro y expresar nuestras ideas de proyecto para lograr una colaboración duradera.
Cada movimiento ha compartido su realidad: alegrías, desafíos y plan de acción. Gracias a ello, hemos identificado las similitudes y las cuestiones importantes que están presentes en todos los movimientos internacionales. Por ejemplo, las reflexiones sobre la dimensión internacional, la apertura de la Iglesia, el reconocimiento de nuestros movimientos por parte de la Iglesia y sus instituciones y también los temas financieros que pueden poner en riesgo la estabilidad de los movimientos y su futuro.
Estos intercambios nos han permitido darnos cuenta de que nuestra presencia en el mundo es importante y significativa. Al ampliar nuestras miras geográficas nos damos cuenta del papel tan activo que tenemos en muchos países.
Podemos afirmar que, gracias a este encuentro, deseamos conocernos mejor y colaborar juntos con el objetivo de unificar nuestras fuerzas. Los Movimientos de Acción Católica Especializada, nuestra espiritualidad y nuestra visión nos unen. ¡Queremos centrarnos en conseguir una mejor colaboración y continuar trabajando en equipo! Por ello animamos a nuestros movimientos nacionales en todo el mundo a que hagan lo mismo.
La fuerza de nuestro trabajo reside en proteger la vida de las personas. Como movimientos de acción católica, debemos ayudar y cuidar la vida de niños, jóvenes y adultos de diferentes orígenes… Los miembros de nuestros movimientos se forman para comprender la sociedad que nos rodea y están comprometidos con el cambio y con la búsqueda de una sociedad más justa. Todo ello se realiza a partir de la vida y la realidad de las personas. Una misión que, según el Papa Francisco, apela a: “vivir a fondo lo humano e introducirse en el corazón de los desafíos como germen testimonial, en cualquier cultura o ciudad, mejora al cristiano y fecunda la ciudad” (EvangeliiGaudium, 75).
¡Mediante el intercambio de información, como colectivo, haremos que se escuchen nuestras convicciones y alzaremos nuestras voces ante la sociedad y la Iglesia!
¡Nos hemos despedido con la certeza de que tenemos que seguir cooperando!
¡Hacemos un llamamiento a nuestros movimientos nacionales y a nuestros diferentes colaboradores para que apoyen nuestra causa!
“¡Solos iremos deprisa, pero juntos llegaremos lejos!”