Del 19 al 26 de septiembre, visité el CWM de Sri Lanka antes de participar, junto con nuestro capellán internacional Guy Boudaud, en el seminario regional de Asia del sur/Chennai/India.
Sri Lanka es un país muy interesante porque tiene paisajes muy diferentes: playas, selvas tropicales, alta montaña o lagos, entre otros. El clima cerca de Colombo, la capital, es muy cálido, mientras que a 2.500 m sobre el nivel del mar es muy frío, lo que atrae a muchos turistas. La población está dividida en ricos y pobres, ya que unas personas se benefician del turismo y muchas otras están desempleadas. El CWM se encarga principalmente de los pobres y está activo en 7 diócesis, para diferentes grupos de personas.
Hemos visto grupos activos de mujeres que realizan trabajos con plantas, artesanía, floristería, sastrería y otros proyectos. La creatividad, la solidaridad y el buen ambiente que había entre los miembros de estos grupos me impresionó bastante.
Otro grupo lo forman los emigrantes:
El gobierno se siente a gusto con los emigrantes porque envían dinero a su hogar, en Sri Lanka. Pero el CWM se involucró en este sector porque el 90% de estos emigrantes son mujeres que trabajan como empleadas domésticas y cuyas condiciones laborales se asemejan a la esclavitud moderna.
Existen proyectos en 4 campos:
1. Mujeres que consideran irse:
Hay seminarios en los que motivan a las mujeres para que se queden en Sri Lanka y así eviten tener estas terribles experiencias.
2. Preparación para las mujeres que han decidido irse:
Hay seminarios en los que se ofrece formación a las mujeres sobre sus derechos y cómo comportarse.
3. Asistencia para mujeres que tienen problemas laborales:
Las mujeres escriben al CWM cuando tienen problemas y Sudharma va a la institución responsable de emigración para reclamar, o lo que haga falta, y solucionar el problema.
4. Ayudar a las mujeres que vuelven a casa para reintegrarse después de haber vivido en un mundo lleno de lujos:
Normalmente, al regresar a casa se encuentran muy decepcionadas y frustradas ya que provienen de áreas rurales que carecen de conductos de agua y electricidad.
En mi opinión, el CWM realiza un trabajo muy completo en lo relativo a las necesidades de estas mujeres. Una excelente labor.
Agricultura orgánica:
Existen grupos en diferentes poblaciones que realizan seminarios y dan consejos sobre agricultura orgánica, además de crear actividades y proyectos.
Ayuda para familias pesqueras:
A lo largo de la costa, las familias pesqueras constituyen el mayor grupo de trabajadores no organizados. Estas personas tienen que enfrentar muchos problemas, pues a menudo, los esposos son los únicos que llevan dinero a casa y estos ingresos son muy escasos porque hay mucha competencia y el trabajo depende de la temporada. Desafortunadamente, muchos hombres gastan el dinero en alcohol y la familia sufre por ello. Es habitual que los hijos no reciban ninguna educación y tengan que trabajar porque el hombre de la familia no les da dinero. El CWM ayuda a estas familias con diversos proyectos. Les dan la posibilidad a las mujeres de participar en grupos sobre el ahorro y los préstamos, para intercambiar experiencias y resolver algunos de sus problemas. Además, intentan darles una educación a sus hijos.
Estoy impresionado con el buen trabajo que han hecho nuestros hermanos del CWM de Sri Lanka. Esto demuestra que estamos trabajando muy duro para mejorar la situación de las personas afectadas. Pero también me sorprendió el hecho de que durante mi estancia hicieron que me sintiese en familia, se respiraba un ambiente muy agradable, solidaridad y hospitalidad. El verdadero espíritu de nuestro movimiento. Por este motivo, quiero dar las gracias a todos los hermanos, que me han acompañado y, en especial, a Sudharma Kumudumala y Joseph Anthony Manchanayaka.
Ernst Bodenmüller
Tesorero del MMTC